Ya no está con nosotros, pero su pasión por los autobuses sigue viva.
Los que le conocíamos sabemos que su pasión iba más allá que una simple foto, buscaba el pie de la foto.
Esta pasión le venía desde pequeño, de un simple palo de madera, hacía una pequeña maqueta de un autobús. No le faltaba ni un detalle.
Él, junto con sus dos buenos amigos de “pedrada” iban a ver qué joya podían encontrar en las cocheras de las diferentes empresas que había en la zona. El olor a gasoil y el ruido de esos motores diésel ronroneando eran sus pasión.
Por ello, amigo Jokin, desde Agabus, queremos que siempre estés con nosotros y formes parte de este rinconcito, ¡tu rinconcito!
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